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viernes, 18 de abril de 2014

Who Do You Think You Are? Capitulo 28





Capítulo 28




Me dirigí a través del parque hacia la puerta trasera. Una vez dentro de la casa, noté que había al menos la mitad de personas que las que había afuera. ¿Por qué todo el mundo estaba ebrio? Caminé hacia el salón principal frunciendo el ceño. Todo me daba vueltas, y sentía que caería rendida en cualquier momento.
Finalmente llegué. Mierda, había olvidado la escalera. Treinta escalones, con tacones aguja y ebria. Menudo desafío.
De repente el mundo dio vueltas y caí al suelo de rodillas. Me quité los tacones y me senté apoyando mi espalda contra la pared. Debía esperar al menos media hora a que se me pasara la décima parte de la borrachera, pero tampoco quería quedarme patéticamente desplomada en el salón de la casa de los Malik. Intenté mantenerme consciente unos minutos.


{Narra Harry}

Al llegar a la mansión, todos estaban ebrios. Mis padres se unieron rápidamente a los Malik, con copas. Había que admitir que toda la población de Holmes Chapel era una manga de alcohólicos.

Caminé con Stephanie, “la cita ideal” según mis padres. Era una chica agradable, pero ambos sabíamos que no había nada entre nosotros. Habíamos tenido sexo un par de veces, pero nadie sentía nada hacia el otro.

Recorrimos la recepción hasta llegar al jardín trasero. Malditos cerdos, si había comida gratis y alcohol, todo el pueblo asistiría a una fiesta así. Stephanie se soltó de mi brazo, emocionada.

-Voy por un trago- me dijo- ¿quieres algo guapo?

-No, iré a caminar por ahí, diviértete Steph- ella me sonrió y salió disparada a la pista de baile.

Le encantaba lucir su perfecto cuerpo al bailar, que era lo que hacía mejor. Era una chica realmente fiestera.

Recorrí el lugar con la mirada intentando encontrar a ___________, que era en realidad el motivo por el que estaba en esa estúpida fiesta. Ella no estaba.

Fijé mi mirada en el mimado Malik menor. Oh no… una chica estaba sobre sus piernas besándolo. Mi corazón se detuvo para aliviarse dos segundos después al notar que no era _________.

Era obvio que no estaba en el parque, así que decidí volver. Recorrí la casa, admirando la ambientación moderna hasta llegar el salón principal.

Allí estaba, mi dulce ángel. Estaba algo despeinada y adormilada. Me acerqué a ella.

-¡Harry!- chilló arrojándose a mis brazos una vez que enfocó su mirada en mí.

Seguía oliendo estupendamente pero tenía una gran carga de margaritas en su cuerpo.

-¡¿Acaso quieres entrar en un coma alcohólico?- gruñí entre dientes mientras ella se tallaba los ojos.

-No seas tan aguafiestas- hablaba entrecortado y la entonación de su voz caía en algunas palabras. Evité reírme. Aun así seguía siendo adorable. Adorablemente ebria.

Me senté a su lado recargando mi peso contra la pared y la tomé de la mano mientras ella apoyaba su cabeza sobre mi hombro.
Apretó mi mano, y cuando la miré estaba con los ojos cerrados.

-¿Quieres que te lleve a tu casa?- susurré en su oído.

-Quiero que me lleves a la cama, cariño- murmuró en un intento de sensualidad.

-Lo haría con mucho gusto si no estuvieras borracha- acaricié su mano.

-No importa, Harry, quiero estar contigo…- su voz vibró, y giró su cabeza para comenzar a besarme el hombro por encima de la ropa.

Demonios, tenerla tan cerca me estaba afectando. Ella acariciaba mi abdomen, y si no se detenía mi fuerza de voluntad fallaría.

-__________, estas ebria, bebé- me miró fijo aun con los labios sobre mi hombro.



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Uh, se puso picante(? jajajaja. Bueno acá les dejo otro capítulo

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